- Editorial:
- PPC EDITORIAL
- Año de edición:
- 2013
- Materia:
- Espiritualidad
- ISBN:
- 978-84-288-2557-3
- Páginas:
- 96
- Encuadernación:
- Otros
JESÚS Y EL DINERO
UNA LECTURA PROFÉTICA DE LA CRISIS
PAGOLA ELORZA, JOSÉ ANTONIO
1. Atrapados en una crisis global
2. Degradación socio-política de la crisis
3. El impacto profético de Jesús
4. Es posible la alternativa
5. No podéis servir a Dios y al Dinero
1. El ansia de acumular
2. La abolición del ser humano
3. No dar al César lo que es de Dios
6. Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo
1. La herencia de Jesús
2. La compasión como principio de actuación política
3. La autoridad de los que sufren
7. Los últimos serán los primeros
1. Humanizar el mundo comenzando por los últimos
2. La lucha contra el olvido de las víctimas
3. Desde el sufrimiento de los últimos contra el Imperio del Dinero
8. Seguir a Jesús en medio de la crisis
1. No serviremos al Dinero
2. Introduciremos compasión
3. Buscaremos nuestro lugar junto a los últimos
4. Defenderemos el modelo social de atención pública gratuita
5. La verdad de Jesús nos hará libres
9. Mantener viva la esperanza de Jesús en medio de la crisis
1. Enfrentarnos a un futuro incierto
2. Signos portadores de esperanza
a) El sistema es incapaz de autocorregirse
b) Crece la resistencia frente al estado actual del mundo
c) Está creciendo la preocupación por las víctimas inocentes
10. Jesucristo, nuestra esperanza
La actual crisis que padecemos no es solo una crisis económico-financiera. Es una crisis de la humanidad. El sistema que dirige en estos momentos la marcha del mundo es objetivamente inhumano: conduce a una minoría de poderosos a un bienestar insensato y deshumanizador. La razón ha quedado secuestrada: no se pregunta por los fines, no se habla del sentido que tiene la historia de la humanidad ni de cuál es el lugar del ser humano en la Tierra.
Jesús irrumpe en la historia como una llamada a vivir de manera alternativa experimentando a Dios como una Fuerza que nos está atrayendo hacia un mundo más humano y dichoso. Su mensaje no proviene del interior del sistema imperial ni de la institución del Templo. Venía a decir: «El tiempo se ha cumplido. El reino de Dios está cerca. Convertíos y creed en esta Buena Noticia». Empieza un tiempo nuevo. Dios no quiere dejarnos solos ante nuestros conflictos, sufrimientos y desafíos. Quiere construir, con nosotros y junto a nosotros, una vida más humana.